6. Vietnam y Camboya. Del barco de la Bahía de Halong al tren nocturno de Sapa

Como ya ocurriera la noche anterior en Hanoi, y a pesar de que cuando nos acostamos brillaban las estrellas en un cielo despejado, a eso de las 5.00, cayó una tremenda tormenta sobre la Bahía de Halong.

A las 6.00, cuando sonó el despertador, descorrimos las cortinas (no había persianas) y nos encontramos con un cielo azul y un sol espléndidoen lo alto. Vietnam y sus misterios… Muy feliz

La verdad es que levantarse, abrir la ventana del camarote y ver este panorama es algo que deja a uno boquiabierto…

El día empezó pronto pues había mucho que hacer antes de regresar al puerto.

El desayuno se sirvió en el comedor principal y consistió en huevos fritos, unos filetes finos de cerdo, tostadas y zumo. Rico y abundante.

Después de cargar pilas nos dirigimos a una aldea flotante a hacer kayak. La idea es muy buena pues con la canoa puedes ver muy de cercaalgunas de las islas. En cuanto a la aldea en sí, era muy pequeña y nos dio más la impresión de ser algo preparado para el turista.

Y como ya ocurriera el día anterior, lo peor del paseo en kayak fue la suciedad en el agua de la Bahía. Botellas, bolsas, latas… Una pena.

Al regresar al barco, Viet nos pidió que recogiéramos nuestro equipaje y dejáramos las habitaciones para que pudieran ir limpiándolas. Peroaún quedaba una actividad antes de volver al puerto: la clase de cocina vietnamita.

La lección consistió en la elaboración de rollitos nems. Viet dispuso todos los ingredientes sobre una mesa, nos explicó cómo hacer uno, y nos invitó a que probáramos a hacerlos nosotros.

La actividad fue básica pero curiosa y pasamos un buen rato elaborando unos rollitos que luego nos comeríamos un ratito después.

Y antes de tomar la comida y mientras el barco enfilaba ya de regreso al puerto, nos hicimos las últimas fotos en la cubierta superior ycambiamos los e-mails y nuestros facebooks con nuestros compañeros del crucero. Hoy, más de 3 meses después, aún mantenemos contacto con algunos de ellos y promesas de visitarnos en nuestras respectivas ciudades Amistad

Las vistas desde la terraza, espectaculares

Tras la comida, desembarcamos en Hon Gai a eso de las [b]12.15, cogimos el mini bus y afrontamos las cuatro horas de regreso con una animada charla llegando a Hanoi sobre las 16.00 tras un día y medio maravilloso.

El bus nos dejó en nuestro hotel, donde tras saludar al personal de recepción, recogimos las maletas y nos condujeron a un cuarto de bañodonde pudimos ducharnos y cambiar la mochila con ropa limpia para nuestra aventura en SaPa.

El tour por SaPa lo cogimos también con la agencia del hotel. Incluía el tren (Sapaly Express, ida y vuelta en compartimentos de 4 personas), el hotel (Fansipan View Hotel con desayunos y cena) y los dos días de excursión (con las comidas incluidas). Todo nos costó a los dos 350 dólares.

Después de que nos dijeran en el hotel que el taxi nos llevaría a la estación de tren de SaPa a las 21.00, aprovechamos las horas que nos quedaban para un último paseo por Hanoi.

Caminamos por el Old Quarter, nos tomamos un zumo de sandía y compramos unas camisetas muy chulas de Vietnam en Ginkgo T-shirts. La tienda es una chulada y no son los típicos souvenirs, son camisetas de buena calidad y muy bonitas. Si queréis un recuerdo de la ciudad que perdure, no lo dudéis www.facebook.com/Ginkgotshirts en la calle Hang Be, aunque vimos también en otros sitios e incluso en otras ciudades.

A la salida de la tienda, cenamos algo en el Restaurante 69. Es uno de los mejor valorados en TripAdvisor dentro de Hanoi, situado también en el Old Quarter (69 May street). El local es moderno y recomendable. Cenamos empanadillas, pollo al curry y wok, todo para compartir. La cuenta, con la bebida, nos salió por menos de 10 euros.

A las 21.00, un conductor del hotel nos llevó a la estación de tren. Después de lo fácil y placentero que resultó todo en la Bahía de Halong, sentíamos cierta inquietud de cómo sería la aventura en SaPa: el tren nocturno, el trekking y esas cosas.

El andén de la estación de tren de Hanoi

Una vez en el andén, el chico del hotel nos acompañó hasta nuestro vagón, el Sapaly Express. Nos sorprendió ver en los carteles que estáconsiderado como hotel y que es de la cadena Best Western.

Subimos, con cierta incertidumbre, llegamos a nuestro compartimento y comprobamos que, aunque pequeño, parecía estar bastante bien: fresco(había a/c), limpio y cómodo.

Además, había algo de agua mineral y un pequeño kit de higiene con cepillo de dientes y otros enseres. Ocupamos nuestras camas y al momento llegaron nuestros compañeros de «habitación». Un simpático padre de familia australiano (cuya familia dormía en el compartimento de al lado) y una estadounidense de LA de origen latino que hablaba español.

Tras un poco de charla, cada uno se dispuso a dormir. No iba a ser tarea sencilla, pero eso os lo cuento en el próximo post… Riendo

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