11. Viaje a Vietnam y Camboya. De Hoi An a Ho Chi Minh City y la visita a los túneles de Cu Chi

Aún no había amanecido cuando el sonido de “Waiting for a sunny day” the Springsteen nos sacaba de los brazos de Morfeo y de la comodísima cama del Hoi An Chic Hotel. Aquel lunes 14 de julio, nuestros pasos nos alejaban de un lugar donde sin duda dejamos un trocito de nuestro corazón, la mágica Hoi An, para llevarnos más al sur, a una ciudad repleta de historia, Ho Chi Minh City, la antigua Saigón.

Tras devolver las llaves y despedirnos del personal de recepción del hotel (ya habíamos hecho el check out la noche anterior para ganar tiempo), elcoche que habíamos cogido también con el hotel, nos esperaba puntual en la puerta. Cuando entramos, descubrimos dos bolsas de desayuno picnic esperándonos en los asientos. Un detalle que no por ser habitual en Vietnam, deja de tener su mérito (nosotros no lo habíamos pedido, pero ellos lo pusieron motu proprio). Por cierto, el precio del coche que nos llevó fue casi la mitad que lo que cuesta el taxi desde Da Nang, lo digo porque si vais a alojaros en el Hoi An Chic, quizá merece la pena contratar el coche para que vaya a buscaros al aeropuerto.

El trayecto desde el hotel a Da Nang nos llevó unos 35 minutos. Nos llamó la atención, como nos ocurrió en la ida, la cantidad de cadenas internacionales de hoteles que están situados en la carretera de Da Nang, a lo largo de la costa. Dentro de poco, puede que el turismo en esa zona esté realmente masificado… Trist

Ya en el aeropuerto y tras facturas las maletas, desayunamos tranquilamente nuestros picnics, pasamos el control y embarcamos puntualmente para salir dirección Ho Chi Minh City en un vuelo que duró algo más de una hora.

En el aeropuerto de HCMC, tras recoger las maletas, nos encontramos con el conductor del hotel. Para nuestras dos noches de estancia en la antigua Saigón, nos alojamos en el Paradise Saigon, situado muy cerca del mercado de Ben Thanh.

El plan para HCMC era sencillo: una excursión por día (túneles de Cu Chi y Delta del Mekong) y el resto de tiempo, para ir al mercado ,pasear por el centro y cenar bien.

Las excursiones las cogimos con VietnamOpenTour-Sinh Cafe. Como teníamos poco tiempo y queríamos tratar de no invertir la jornada completa en la visita, elegimos una opción un poquito más cara pero muy recomendable: la lancha rápida. En lugar de viajar en autobús, te desplazas tanto a Cu Chi como al Delta en una speed boat. Ahorras un montón de tiempo, el trayecto es súper chulo y el servicio en la lancha esmagnífico. Nosotros pagamos por persona 140 euros por las dos excursiones incluyendo traslado al puerto, trayecto en la lancha ida y vuelta, desayuno y comida y barra libre de bebidas y frutas, además de la guía en inglés. Ya os digo que una opción algo más cara pero muy recomendable.

En la lancha, comiendo dragon fruit

Cuando llegamos al hotel desde el aeropuerto, hicimos el check in, dejamos las maletas (no tenían aún preparado la habitación porque era muy prontito) y a las 11.00 en punto, Tam, la que iba a ser nuestra guía los dos próximos días, entró en la recepción del hotel a buscarnos.

Desde el hotel, nos llevaron hasta el puerto y allí embarcamos junto a otras 8 personas más en nuestra lancha rápida camino de Cu Chi.

La barca es cómoda y el trayecto resulta muy interesante. Para los que os preocupe, no marea nada ni da sensación, es agradable. Además, Tam va explicándote cosas de interés, vas tomando frutas exóticas y viendo el paisaje.

En algo más de 1 hora llegamos a Cu Chi. Habréis leído mucho sobre la conveniencia o no de realizar la visita. A nosotros nos gustó bastante. También suma que Tam es una guía extraordinaria. Su inglés es fluido y muy inteligible y lo explica todo fenomenal, haciendo ganar aún más interés a la excursión.

Al inicio de la visita te enseñan un vídeo histórico cargado de un fuerte carácter político (no hay que olvidar que Vietnam está regida por una dictadura por mucho que a veces parezca otra cosa). A partir de ahí, te explican el contexto de la construcción de los túneles, la utilidad, lastácticas de guerrilla y cómo era la vida en aquel lugar durante los más de quince años que duró la Guerra de Vietnam.

El primer momento chulo de la visita es cuando descubres la primera entrada al túnel. Algunos se preguntan cómo sorprendían los vietnamitas a los americanos y cómo hacían para aparecer y desaparecer en medio de la jungla. Lo hacían así:

Impresiona también mucho ver las trampas que tendían los vietnamitas a los americanos, a cual más ingeniosa y más mortal. Eran unosartistas del camuflaje y del engaño y se sacrificaban completamente por su causa. Sólo así se entiende que consiguieran ganar aquella guerra: huellas del calzado al revés para confundir, consumo exclusivo de tapioca para reconocer el olor, chimeneas desviadas kilómetros de las cocinas reales… Y muchas más cosas que os dejarán asombrados.

Y el momento culmen de la visita es cuando tienes la posibilidad de bajar a los túneles y transitar por ellos. Es muy impresionante. La entrada la han ampliado mucho y la han convertido en una especie de boca de metro…

Al bajar, te dicen que hay un tramo visitable de unos 100 metros y que puedes salir a los 30, los 60 o llegar hasta el final.

Para avanzar por el túnel, tienes que ir completamente agachado y además, los hombros te van tocando con los lados. Eso sumado a que vasa oscuras excepto por una pequeña linterna. La sensación es agobiante. A Ana y a mí nos bastó llegar hasta la salida del primer tramo para hacernos una idea… Eso sí, creo que si visitas los túneles, recorrer ese tramo es indispensable.

Al final del recorrido te dan la posibilidad de disparar armas de la Guerra de Vietnam pagando una cantidad. Nosotros no disparamos pero hubo gente que lo hizo y que lo disfrutó.

En resumen, a nosotros nos gustó la excursión y la recomendamos.

De vuelta a Saigón, llegamos a nuestra habitación, nos duchamos y nos bajamos un rato a la zona de Wellness.

Y para poner el colofón al día, fuimos a cenar a Ichiban Sushi, (204 Lê Lai, Bến Thành, 1) restaurante japonés de HCMC número 1 en Tripadvisor en aquel entonces.

Cenamos genial, sabores nuevos y muy ricos en un local muy guay y pagamos apenas 25 euros en total por uno de los mejores restaurantes de la ciudad… Aplauso

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